el comienzo de un camino
Permítame transportarle a un viaje en el tiempo hacia el México del siglo XVI, cuando las artesanías y los muebles típicos de la región empezaron a tomar forma.
La historia del equipal, noble lector, se remonta a las raíces prehispánicas del México antiguo. Desde tiempos remotos, los nativos de la región utilizaban el “icpalli”, una silla hecha de madera y cuero, para sentarse.
Con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, los nativos aprendieron a trabajar con el cuero curtido y a usar herramientas de la región. Así fue como surgió el equipal, una silla hecha de madera de huizache y cubierta de cuero.
Pero fue hasta el siglo XIX, en plena época del Porfiriato, cuando el equipal comenzó a expandirse a otras regiones del país, gracias a la labor de artesanos y comerciantes que lo llevaron a ferias y exposiciones.
Con el tiempo, el equipal se convirtió en un símbolo de la identidad cultural de México, presente en hogares y restaurantes de todo el país. Su versatilidad, comodidad y durabilidad lo han mantenido vigente a lo largo de los siglos, convirtiéndolo en un elemento único en la historia del mobiliario mexicano.
Y así, estimado lector, termina nuestra historia del equipal, un mueble que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en una pieza esencial del folclor y la tradición mexicana.